domingo, 8 de septiembre de 2013

El casco obligatorio para bici en ciudad, ¿es contraproducente?

Leí una nota sobre la polémica del uso obligatorio del casco en bicicleta cuando se circula por la ciudad (en carreteras ya existe la obligación desde hace unos años). Estos son los argumentos para decir que el uso obligatorio de casco es contraproducente:

En Holanda, el país de las bicicletas, llevar casco no es obligatorio. ¿Curioso no? Llevar casco en ciudad no es obligatorio en los países del norte de Europa con más uso de bicicletas. ¿Será que son laxos? ¿No les preocupa la salud de sus ciudadanos? El hecho de que otros países no apliquen esta norma no es un argumento en si mismo, pero llama poderosamente la atención que países que no suelen andar con bromas con las normas de seguridad no hayan considerado que sea necesario obligar a sus ciclistas a llevar casco.

No existe una demostración científica de que el uso del casco en ciudad disminuye la gravedad de los accidentes. Es sin duda, el mayor argumento en contra de la obligatoriedad del uso del casco. Si no hay una demostración concluyente de que esta medida salva vidas (y hay muchos estudios al respecto), no tiene sentido imponerla. Al contrario de lo que podríamos pensar, el uso del casco para un ciclista que circula por la ciudad no es nada comparable con el uso del casco de moto o del cinturón de seguridad. El motivo principal es que la velocidad de una bicicleta en ciudad suele ser bastante lenta. A esa velocidad, el uso del casco no se justifica.

Sí que está demostrado que el uso de la bicicleta salva vidas. La bicicleta es una alternativa a otros medios de transporte. Es barata, ecológica y muy sana. Varias grandes ciudades han estimado que se salvan decenas de vida solo por la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares asociada a la práctica regular de una actividad física leve.

Cuantos más ciclistas, más seguros. Volvamos a Holanda. ¿Por qué están tan seguros los ciclistas en este país? Precisamente porque el uso de la bicicleta es tan generalizado que los conductores están muy atentos. De hecho, los ciclistas tienen la prioridad y los automovilistas tienen que tener mucho cuidado, porque en caso de percance, la culpa será siempre suya. Es un hecho comprobado: a más ciclistas, más cuidado por parte de los conductores y menos accidentes. En la capital de Francia, por ejemplo, hay muchas bicicletas y motos, y los conductores han aprendido a ser más prudentes.

Obligar a llevar casco disminuye el uso de la bicicleta. El uso obligatorio del casco se ha traducido por un menor número de usuarios de bicis en los países en los cuales se ha implementado, como demuestran los estudios citados por el artículo al que hacía referencia en la introducción. No es ninguna sorpresa. Veamos por ejemplo el caso de los sistemas públicos de alquiler, que tanto han ayudado al crecimiento de usuarios de bicis. Gran parte de su interés es que el usuario coge una bici en un sitio y la deja en otra estación, sin necesidad de llevar nada más. Es decir que es una alternativa real al bus o al metro. Con la obligación de llevar casco, los usuarios ya no podrían improvisar el uso de la bici pública, y tendría que cargar con el casco en todo momento, lo que es, ciertamente incómodo.

Menos ciclistas significan más peligros y más muertes. Si obligar a llevar casco disminuye el uso de la bici, ya sabemos que habrá menos vidas salvadas por el hábito saludable de hacer un poco de ejercicio, es decir más muertes. Al mismo tiempo, si hay menos ciclistas, los reflejos de los conductores serán peores y aumentarán los accidentes, es decir más muertes (proporcionalmente).

La verdad, yo no estoy de acuerdo con lo que dice esta nota. El uso del casco salva vidas. Mucha gente murió en accidentes por no usarlo...

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