lunes, 26 de agosto de 2013

El cliente siempre tiene la razón... mientras no vaya en una bici plegable

Somos diariamente testigos de cómo hay gente que parece insistir en no "aggiornarse" a los tiempos que vivimos, a los cambios que se van dando.

Uno de esos cambios es la proliferación de bicicletas en la ciudad de Buenos Aires, y sobre todo, de bicicletas plegables, que convengamos hace décadas que existen, pero ahora hay a raudales. Al que no me crea, lo invito a observar una bicisenda (sugiero la de Libertador que es bien transitada) durante una o dos horas, y a contar las bicis plegables que vea pasar.

La idea de tener una de estas bicis es poder guardarla en casa sin tener que preocuparse por el espacio, y poder entrar con ella a cualquier lugar sin tener que estacionarla en la calle arriesgándose con ello a un robo.

Sin embargo aún hay lugares que se resisten a este cambio. A Dios gracias sólo fueron dos veces, pero esas dos veces, intentando hacer una compra, la primera vez en un maxikiosco y la segunda en el parador de un ESSO Servicentro, me han frenado en seco, en mi intento por ingresar con mi bicicleta prolijamente plegada y la mayor delicadeza posible.

- "No se puede entrar con la bicicleta acá" dijo la del maxikiosco con terrible cara de traste. Doña, si trata así a los clientes no va a vender ni agua en el desierto.

- "Te pido por favor la bicicleta afuera" dijo la del parador. Flaca, esta bici sale cara, y si me la roban vos no te vas a hacer responsable, ¿no?

Hay puntos que esta gente "anti bici" debería entender:

  • Uno se compra una bici plegable, entre otras cosas para NO tener que dejarla afuera.
  • Las bicis plegables son más caras que las normales, y más llamativas, lo cual las convierte en más robables.
  • Si me roban la bici, el comerciante que me dijo que la dejara afuera, no me va a comprar una bici nueva.
  • Una bici plegable, dobladita ocupa el mismo lugar que una valija. Sin embargo si alguno entra con una valija no se la hacen dejar afuera.
  • Si el pretexto es que la bici ensucia, con ese criterio deberíamos entrar al negocio descalzos, ya que las suelas de los zapatos también levantan mugre.
  • Es una bici, no es un perro que puede tirársele encima a alguien, ladrar, romper cosas, hacer sus necesidades adentro... la bici es un objeto inanimado que no hace ruido y que va a donde uno la lleva, y si el portador de la bici es cuidadoso, no tiene por qué ensuciar ni romper nada; y convengamos que una persona que entra como elefante en cacharrería puede romper algo aunque no lleve una bici.
  • Cada vez hay más bicis plegables, así que no solamente me pierden a mí como clienta, perderán también muchos otros clientes.
  • Hay que ser un poco más solidario con la gente y entender a esa pobre persona que se compró la bici con mucho esfuerzo (como se compra todo hoy en día) y que no quiere arriesgarse a que se la lleve un "amigo de lo ajeno", porque es fácil decir "la bicicleta afuera", total no es tuya, ¿no?

En síntesis... Comerciantes, mi bici entra conmigo y eso no se discute. Sin bici adentro, no hay compra. Y si no quieren perder clientela, aggiórnense a los tiempos que vivimos y dejen entrar las bicis, al menos las plegables.

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